En el México del siglo XX, el comunismo fue un fantasma y una esperanza; el anticomunismo caló hondo en nuestro país, y al mismo tiempo las organizaciones impulsoras de esta doctrina política tuvieron un gran éxito. Al ser vecinos de la nación capitalista más importante del mundo, y al tener tantos problemas sociales, México aparecía como un país que tarde o temprano se alejaría del modelo estadounidense para sumarse al grupo de naciones que eran aliadas de la Unión Soviética.
A principios del siglo pasado, la Internacional Comunista intentó construir un movimiento de izquierda en nuestro país. entre 1919 y 1929, entre el final de la Primera Guerra Mundial y la gestación de la crisis económica y de los fundamentalismos políticos que azolaron Europa y el mundo años después, Moscú envió a México diferentes emisarios con la misión de formar un partido comunista que colaborara a destruir el capitalismo e instaurar el paraíso de los trabajadores.
Sin embargo, lo que la Internacional Comunista creía que sería el momento en el que las tensiones entre poseedores y desposeídos provocarían una revolución mundial, se quedó simplemente en una época difícil, caracterizada por la pobreza y el autoritarismo, pero que no llegó a fructificar de la manera en que ellos esperaban.
En el caso mexicano, los comunistas enviados por la Unión Soviética se encontraron con que ya existía un fuerte movimiento obrero desde el siglo XIX, acostumbrado a pelear por sus derechos, y quienes se involucraron con el bando vencedor de la Revolución Mexicana para crear las grandes centrales de trabajadores que todavía hoy influyen en la vida laboral mexicana.
De todo esto y mucho más nos platica Daniela Spenser en su nuevo libro, Los primeros tropiezos de la Internacional Comunista en México, editado por el CIESAS.
A partir de la revisión de documentos ubicados en los archivos soviéticos, Spenser replantea la historia de las relaciones entre la Revolución Mexicana y la Revolución Soviética, ofreciéndonos una nueva visión sobre este momento.
Su libro trata sobre el surgimiento de la Revolución de octubre y de la Internacional Comunista; la historia de México y de sus movimientos obreros durante el Porfiriato tardío, la fundación del Partido Comunista Mexicano, el contacto entre los comunistas mexicanos y la Internacional Comunista y su desencuento años más tarde.
El libro de Spenser es fundamental para comprender la historia obrera y del comunismo en México, y la forma como se imbricó con uno de los procesos históricos más importantes del siglo XX.
Para adquirir este libro, escribe a difusión@ciesas.edu.mx
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